¿Cuándo fue que perdimos el sueño, cuándo fue que perdimos las cimas?

viernes, 12 de agosto de 2011

AFINANDO UN NOMBRE


a  veces los espejos del río
clausuran lo que somos
y nos diluimos en el agua reflejando los adioses de las ramas
ese adiós tirano que arbitra las distancias
adiós de castas que ya no nos disciernen

y el mundo es esa cosa que rueda y nos arrastra
eso que va quedando de a poco en las orillas
mientras los pájaros del curso se deshielan
sublimando el amor a cuatro vientos
en un sino sin bitácora
sin rumbos

y cediendo a las prosopopeyas de las musas de ceniza
corremos hacia un punto
vislumbrado el instante en una chispa
mientras el futuro inmediato
nos descubre en los vacíos intermedios

a veces los espejos nos reniegan
y somos cristales del ojo reflejando en las riberas
al viejo narciso de los sueños

pero con suerte
podríamos afinar en el trayecto
un nombre que alcance los notas del renuevo
gritándonos en la ignición de la semilla
como árboles que acicalan sus soles en el río

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