¿Cuándo fue que perdimos el sueño, cuándo fue que perdimos las cimas?

miércoles, 10 de agosto de 2011

21 GRAMOS


y en la mesa de juego
las sendas  y el albur de los finales tiemblan en las cartas

y tú y yo en el guiño nos advertimos  el amor
en la disyuntiva que entreteje el instante y  el gusano

-que no somos adeptos al canon de la muerte
que no nos entregamos a la orgía de la nada-

aprehendimos en los puentes del atisbo
en los brazos largos del presagio
los 21 gramos de la única verdad bajo la manga  
trepidando de navajas tras la orilla

podríamos quizás soslayar las suspicacias
podríamos centuplicar las notas
atesorar intentos
permitir el  vuelo del asombro en la mirada
repudiar en la piel el escrúpulo que tizna los paisajes

y sabernos entonces sin mirarnos
y sentirnos por completo sin los labios
vislumbrando lo intuido en el palpito del sueño
en el osado juego de no creer en los finales

por tanto espero
que lo atroz que a veces se asoma en los albures
no incline la jugada
y bajo el axioma que nos presume en sus certezas
albergar lo que nos quede
cosechar otra partida
en la tierra donde cayeron nuestros nombres
 
y así
el gris presagio de las sienes
que anticipa los ciclos de la fe y la derrota
rebose el vaso exponencial de la ganancia
-ésta de creernos por si acaso-

por si acaso esto que somos
se nos cuaja para siempre

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