este vaho espeso
esta subversión de los horarios
este frío repentino
de miradas hurgando en la escasez del pecho
inquiriendo en las sombras que la noche
vacía en los giros de la esquina
este sermón trillado de la estrella
presagiando en las ventanas
indulgencias a los muertos
de las guerras residuales en las manos
no son más
que un poco de lo mismo
en un catálogo de ovejas y desvelos
una herejía de inventarios
rechinando en las bisagras
que igual se queja el piso
de viejas inocencias desclavando sus espantos
acusando que los perros no son lobos
pero hay un lobo en cada perro de mi estirpe
y el hogar es otra cosa
que no es como recuerdo
es un tiempo que no encaja en mi bitácora
una brújula apuntando al hueco en mi costado
es un niño que dobló en otro sentido
al de las agujas señalando lo contrario
hoy no sé cuántos prójimos me quedan
ni cuántos prójimos me faltan
Este tambièn, merece una de esas estrellas o algo màs, un abrazo, Luna.-
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